Cuando redactamos un texto para la web, nuestros objetivos principales están relacionados con la captación del tráfico, el posicionamiento en buscadores o la consecución de un cambio de actitud en el público objetivo que lo aproxime a la conversión. En este artículo te ofrecemos un buen número de consejos para conseguir estos objetivos a la hora de redactar tus textos, con especial atención a los aspectos que te ayudarán a optimizar un texto para SEO.
Antes de empezar, te dejamos otros artículos por si lo que buscas es optimizar los siguientes elementos específicos de tus contenidos:
- Cómo aumentar el CTR de tus titulares y mejorar el SEO
- Cómo optimizar los metadatos de los contenidos para mejorar el SEO
Consejos para un buen storytelling
Independientemente de que el contenido sea técnico, contar historias a través de él es uno de los mejores recursos para conseguir atrapar al lector. Una vez elijas tu historia, te recomendamos seguir los siguientes consejos:
- Define desde el principio la historia, con su introducción, nudo y desenlace.
- Elige una emoción específica que quieras transmitir a través del texto. Mantente junto a esa emoción a la hora de guiar la narrativa. Esto da coherencia al conjunto del texto y posibilita que el usuario se sienta identificado con nuestra perspectiva emocional.
- Redacta tu texto intentando generar la ilusión de que se trata de una conversación. Posiciónate con un lenguaje accesible a tu público objetivo, haciéndole ver que detrás del texto hay una persona que redacta.
- Utiliza el contexto a la hora de planificar qué tipo de contenido o historia contar. Si usas noticias de actualidad como excusa para tu contenido, te será muy fácil atraer tráfico entrante. Esto, llevado al extremo, se conoce como newsjacking, que es la generación de contenido de marca relacionado con una hecho noticioso notable, con el objetivo de que los medios de comunicación, al cubrir esta noticia, hablen de nosotros.
- Incluye citas de expertos, pues además de dar credibilidad pueden ayudarte a promover la difusión del contenido.
- Incluye datos estadísticos de fuentes relevantes, ya que te ayudarán a justificar las afirmaciones que viertas.
Optimizar la entradilla o el primer párrafo
El primer párrafo, llamado entradilla o lid, cumple varias funciones, con independencia de que el formato del contenido al que acompañe sea textual, gráfico o audiovisual. Tras el titular, es la carta de presentación del contenido y, como tal, ha de convencer al usuario de que continúe consumiendo nuestro mensaje. Pero no solo a él, pues los buscadores, que leen e indexan de arriba abajo, también tienen que encontrar en este primer párrafo las palabras clave objetivo para las que queremos posicionarnos.
La entradilla, por tanto, ha de ser breve y ha de contener:
- Un resumen del artículo, a modo de presentación del mismo, que permita al usuario comprobar si el motivo u objetivo por el que hizo clic en el titular (en Google, redes sociales, la portada, etc.) realmente se cumple.
- Un gancho que despierte el interés, ya sea de corte racional o con una orientación más emocional o creativa, y que impulse al usuario a seguir leyendo. ¡Es su función principal!
- La palabra clave más importante del contenido. Recuerda que cada página de un site ha de tener como objetivo de posicionamiento una keyword (aunque puede incluir varias keywords secundarias) y esta ha de aparecer obligatoriamente en el primer párrafo.
¿Cuál es la densidad óptima de palabras clave?
La densidad de una palabra clave es la proporción en que esta keyword se repite en el texto. Esto es, el porcentaje de veces que aparece con respecto al total de palabras incluidas. Aunque Google no se ha pronunciado nunca a la hora de indicar cuál es el porcentaje óptimo, sí que conocemos que una densidad próxima al 1% o, como máximo 2,5% (si queremos evitar el stuffing) de la keyword principal es un objetivo al que apuntar para mejorar el posicionamiento.
Podemos incluir otras palabras clave secundarias o variaciones de la keyword principal, pero es necesario recordar que la densidad de la que hablamos se mide por concordancia exacta.
¿Cuál es la mejor extensión de un texto para SEO?
Aunque no existe un número ideal de palabras para Google, sí que tenemos algunas pistas sobre la extensión mínima y óptima que ha de tener un contenido textual para mejorar su posicionamiento en buscadores. Esta extensión ha variado con los años según las tendencias de consumo de los usuarios, que se han incorporado al algoritmo.
- La extensión mínima es de 300 palabras por página. Ningún buscador va a considerar que una página con menos contenido es relevante para la palabra clave objetivo ya que no es posible tratar en profundidad un tema con tan pocas palabras.
- Para contenidos muy cortos y de fácil consumo, una extensión aproximada de 500 palabras es óptima si parte de un buen estudio de palabras clave que se colocan correctamente en la entradilla, último párrafo, titular, ladillos (títulos h2 y h3) y destacados tipográficos.
- Actualmente, los textos más premiados por los buscadores son aquellos con aproximadamente 1000 palabras o más. Se trata de textos muy cuidados y de gran calidad, por ello son considerados resultados relevantes para la palabra clave de que se trate. Los textos largos están en auge.
Como vemos, hay una extensión óptima según el tipo de usuario al que queramos captar: más o menos elaborado según el objetivo del artículo o página. Lo importante es que el texto, en su conjunto, sea de calidad, original y que incluya correctamente las keywords. Se premia, también, la concisión: contar la mayor cantidad de cosas en el menor número de palabras. ¡Aprecia el tiempo de tus lectores!
La estructuración del contenido: imprescindible para SEO y la legibilidad
Estructurar correctamente el contenido también es un criterio que tienen en cuenta los buscadores a la hora de decidir nuestro posicionamiento. Google entiende que, en la actualidad, la mayoría de los usuarios no leen el contenido, lo escanean, y facilitar esa labor para el consumo del texto es, por tanto, mejorar la experiencia de usuario. ¿Qué podemos hacer al respecto a la hora de diseñar la arquitectura de la información y, por tanto, optimizar un texto para SEO de cada página o artículo?
- Divide tu texto en párrafos con un número equilibrado de líneas. Ha de dar la sensación de que cada párrafo es una idea o aspecto desarrollado sobre el tema y que a todos se les otorga una extensión similar.
- No crees párrafos excesivamente largos, con muchas líneas de composición. Unas 6-8 líneas es una extensión razonable.
- Separa y estructura varios párrafos utilizando ladillos, esto es, títulos de segundo o tercer nivel como h2 o h3. No olvides incluir palabras clave secundarias en estos ladillos y redactarlos de manera que el usuario pueda saber lo que va a encontrar en ese apartado del texto, para mejorar con ello su capacidad de escanearlo.
- Incluye listas numeradas o con bullet points. Los usuarios agradecen la concisión que aportan y son bien indexadas por los buscadores.
- Destaca tipográficamente, principalmente con negritas, aquellas palabras clave más importantes para mejorar la legibilidad y facilitar el escaneo de los párrafos. ¡Pero cuida su uso!
Negritas, cursivas y subrayados: ¡extremo cuidado!
Utilizar destacados tipográficos en nuestros textos ayuda a los buscadores a centrar su atención en las palabras clave más importantes y, además, aumenta significativamente la legibilidad de los mismos. Sin embargo, cada estilo sirve para una función y utilizarlos incorrectamente puede tener consecuencias nefastas para la usabilidad y la experiencia del usuario (UX).
- Negritas: Se utilizan para destacar las palabras clave más importantes de cada párrafo. Incluye en negrita aquellas keywords objetivo de tu estrategia SEO.
- Cursivas: Se utilizan para títulos de libros, de películas, medios de comunicación o programas. También para extranjerismos, locuciones latinas o de otros idiomas. ¡No destaques palabras clave en cursiva!
- Subrayados: Aunque destacan claramente un texto y ayudan a la legibilidad, hemos de evitar a toda costa incluir subrayados en nuestros textos que aparecerán en web. El motivo es que son siempre confundidos con enlaces o hipertextos que se pueden clicar. Incluir un subrayado dará la sensación al usuario de que puede hacer clic en él. Si lo hace y descubre que no es un enlace, estaremos generando un problema de usabilidad.
Optimizar imágenes y contenido multimedia
Incluir imágenes, vídeos, infografías u otros contenidos multimedia es un recurso fantástico y casi obligatorio en la actualidad para conseguir los siguientes objetivos:
- Mejorar la experiencia de usuario (UX).
- Aligerar el gris del texto y, con ello, la legibilidad.
- Aumentar el tiempo de permanencia en el site.
- Proponer otras vías y formatos de consumo del contenido.
- Aportar información adicional.
Como mínimo, tu contenido debería incluir una imagen destacada que sea el centro de impacto visual del mismo en la portada de tu web o redes sociales. Pero incluir imágenes conlleva optimizarlas también para SEO. Con la tecnología actual de los buscadores, para ellos es difícil (o casi imposible) leer o detectar lo que ocurre en una imagen, que no es más que un conjunto de píxeles de colores. Para mejorar la indexabilidad de las mismas y su legiblidad, hemos de utilizar unos atributos, dentro de las etiquetas de las imágenes, que son los siguientes:
- Atributo ALT: Incluye el atributo ALT dentro de la etiqueta de la imagen. Este texto cumple varias funciones pero en nuestro caso la principal es que se trata del texto que va a indexar Google para “leer” lo que ocurre en tu imagen. Por tanto:
- Ha de incluir la palabra clave principal.
- Ha de incluir un texto relacionado con el contexto del contenido que tiene alrededor.
- No debe superar los 100 caracteres para una correcta indexación.
- Atributo TITLE: El atributo title, aunque no tiene mucha importancia en cuanto a SEO, nos permite indicar el título que le ponemos a una imagen. Su inclusión genera una pequeña ventana emergente, cuando se hace rollover sobre ella, que muestra al usuario el texto que incluyamos en él.
- Nombre de archivo: Incluir un nombre de archivo corto y con las palabras clave objetivo de la imagen es también muy importante. Cuando subimos una imagen, es necesario nombrar el archivo con estas keywords, separando cada palabra con guion medio. Además, hemos de evitar los determinantes, preposiciones, conjunciones u otras stop words. Este nombre de archivo es el que configurará la parte final de la URL de tu imagen, uno de los principales aspectos que Google indexará de ella. ¡Optimízalo!
Te dejamos el ejemplo del HTML de una imagen para que observes todos estos elementos anteriores:
<img title=“Este texto aparece al hacer rollover sobre la imagen y es su título” src=”https://communitools.com/imagenes/nombre-archivo-imagen.png” alt=“Este es el texto alternativo que indexa Google” />
Te explicamos de manera más detallada cómo optimizar imágenes para seo en este artículo.
Inclusión y optimización de enlaces
Los enlaces, en el cuerpo del contenido, dan al lector la posibilidad de ampliar información sobre el texto, generando nuevas capas de información que le permiten profundizar en aquellos aspectos que considere enriquecedores. Por ello, mejoran la experiencia de usuario. Además, son un buen recurso en cuanto al SEO si los usamos correctamente.
Enlaces internos:
Son los enlaces que se incluyen en una página de tu site y llevan a otra página de ese mismo sitio web. Incluirlos beneficioso para el SEO del site en general, por lo que resulta casi obligatorio en nuestras entradas o páginas. Con ello, estamos generando backlinks hacia el contenido que los recibe (aunque no tienen un gran valor con respecto a los backlinks de sites externos), mejorando su posicionamiento. Además, ayudan a los buscadores a relacionar los contenidos de tu sitio.
Enlaces externos:
Son los enlaces que se incluyen en tu site y derivan tráfico hacia otro sitio web. Incluirlos ayuda al usuario a profundizar en el contenido a través de referencias externas, lo que aumenta la percepción de que el contenido es de calidad y parte de un trabajo de documentación. ¡Pero cuidado! Mi recomendación es que los incluyas, pero no en los primeros párrafos de tu contenido.
Has hecho una labor importantísima de adquisición de tráfico creando un titular maravilloso y optimizando tu contenido para SEO. Si al llegar a tu texto, rápidamente los usuarios incluyen un enlace externo de su interés: ¡se marcharán pronto de tu site sin consumir el contenido! Por eso debes dejar estos enlaces para las partes posteriores del contenido.
Optimiza el anchor text:
El anchor text es el texto ancla, el hipertexto que contiene un enlace. Tanto si se trata de un enlace interno como externo, redactar un anchor text óptimo es beneficioso para el SEO. En el caso de tratarse de enlaces internos, es recomendable hacer coincidir la palabra clave objetivo de la página a la que apunta el enlace con el anchor text. Si esa página está recibiendo muchos enlaces entrantes (backlinks), será mejor, sin embargo, incluir variaciones en el texto ancla para que Google no considere estos enlaces artificiales.
Incluye el atributo title:
Como ocurre con las imágenes, los enlaces también pueden incluir el atributo title en la etiqueta. En este caso, tendrá la misma función: cuando el usuario haga rollover (pasar el ratón por encima del enlace sin hacer clic) generará una ventana emergente con el texto que incluyamos en esta etiqueta.
Puedes probarlo en el siguiente texto:
El texto anterior se vería así en HTML:
<a href=”https://www.communitools.com” title=“Este es el texto incluido en la etiqueta title”>Esto es el anchor text.</a>
El cierre
El último párrafo o cierre ha de redactarse también como conclusión y resumen de todo el contenido y ha de cumplir, igualmente una serie de funciones cuando el contenido se ha creado con un objetivo específico. En este sentido, te aconsejamos que:
- No superes la extensión de 100 o 150 palabras en el cierre.
- No olvides incluir la palabra clave objetivo.
- Incluye una CTA, call to action o llamada a la acción que indique con claridad y concisión al usuario la acción que quieres que este ejecute.
- Puedes terminar también, para aumentar la sensación de que existe conversación, llevando a cabo una pregunta directa hacia el usuario, al que animas que responda a través de comentarios o en redes sociales. ¡Fomenta el engagement y, con él, el SEO!
- Si se trata de un artículo de opinión, no olvides dejar clara al final tu perspectiva como autor, dejándola abierta a debate.
Espero que estos consejos te ayuden a redactar tus contenidos para mejorar su usabilidad, legibilidad o engagment. Optimizar un texto para SEO es una tarea imprescindible para obtener tráfico entrante que te ayude a conseguir tus objetivos. ¿Se te ocurren más parámetros que tengamos que optimizar? ¡Déjalos en comentarios y cuéntanos tu experiencia!
Realmente muy didáctico el artículo, cada vez que leo algo como esto (relacionado al SEO), me doy cuenta que hay detalles que aún desconozco. Lo tendré en cuenta a la hora de ampliar mis proyectos, muchas gracias.