Cuando hablamos de las etapas evolutivas en las que se ha desarrollado internet y, más concretamente, la web, todos localizamos tres fases fundamentales: la web 1.0, 2.0 y 3.0. Y aunque hasta ahora es fácil distinguir la primera y la segunda etapa, ahora que comenzamos a adentrarnos en la web 3.0, también llamada web semántica, emergen muchas dudas. ¿Qué es la web semántica? ¿Hablamos todos de lo mismo cuando nos referimos a la web 3.0? ¿En qué etapa estamos ahora? ¿En la 2.0 o en la 3.0? ¡Intentaremos dar respuesta a estas preguntas!
En la actualidad nos encontramos en una etapa en la que nos adentramos de lleno en la denominada web 3.0 o web semántica. Esta es aquella web capaz de comprender, gracias a la inteligencia artificial, el lenguaje natural de las personas. Para entender esto, tenemos que conocer cómo nos comunicamos normalmente los usuarios con las aplicaciones web. Pongamos, por ejemplo, el caso de buscadores como Google. Cuando queremos realizar una consulta, normalmente utilizamos palabras clave para obtener la información que queremos. Si nuestro objetivo es conocer información sobre el reparto de una película como El club de la Lucha, lo que haremos será, generalmente, escribir en Google: “El club de la lucha reparto”. Sin embargo, piensa en todas las posibilidades de uso de palabras clave que esta consulta podría generar.
- Un usuario en España podría escribir: “el club de la lucha actores”
- Un usuario en México podría buscar: “reparto club de la pelea”
- Un usuario en Colombia podría buscar simplemente: “fight club”
¡Y esto son solo 3 ejemplos! Imagina la multitud de posibilidades dada la gran cantidad de sinónimos, países, etc. Al final, lo que hacen los buscadores es localizar esas palabras, con concordancia exacta, en los contenidos de distintas webs y colocarlas en el ranking de resultados según un algoritmo de clasificación. ¡Pero ni siquiera diferencian una palabra de otra! Simplemente cuentan que esta esté presente en el contenido, con independencia de su significado. De esto se derivan dos cosas: que los humanos nos estamos “robotizando” a la hora de buscar información en internet y que las máquinas (buscadores, aplicaciones, etc.) simplemente cuentan la presencia o ausencia de palabras, sin entender el significado de las mismas.
La web 3.0 viene a cambiar radicalmente esta circunstancia. Por simplificar (muchísimo), las máquinas de la web semántica comprenderían el significado de las palabras de manera que para una entidad concreta reconocen todas las variantes de keywords que pueden denominarla y la consideran como una única entidad. Por ejemplo, sabrían que El club de la lucha es una película a la que se puede denominar con varios títulos, pero que todos son la misma película. Esta entidad se relacionaría, por ejemplo, con el nombre de su director (David Fincher), el año de su publicación, reparto, país, etc. Además, tal sería la comprensión de las máquinas del lenguaje natural de las personas que los usuarios no tendríamos que buscar de manera simplista y robótica con keywords sino con las formulaciones lingüísticas habituales en nuestras vidas. ¿Cómo? Piensa en cómo preguntas a Alexa, Siri u OK Google cualquier consulta. ¡De manera muy humana!
De esta forma, la web 3.0 o web semántica sustituirá el sistema de búsqueda por palabras clave para dar paso a una búsqueda por necesidades. En este sistema, las máquinas nos comprenderán de manera natural y arrojarán resultados extremadamente personalizados. Por ello, la inteligencia artífica, los soportes de reconocimiento, la geolocalización, los asistentes móviles virtuales, el voice search y otras tecnologías como los weareables serán las más características de esta etapa.
En este antiguo vídeo, creado para promocionar una idea de proyecto de emprendimiento que se llamaría Metaweb, explican de una forma genial lo que, después, ha llegado a ser algo muy similar al concepto actual de web semántica. Metaweb fue una empresa que Google compró para acercarse, precisamente, a la web 3.0. ¡Te lo recomendamos!
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