El show cooking es una actividad culinaria en la que se enseña cómo preparar distintos platos salpimentados con diversión y buena compañía, además de una o dos copitas de vino para aderezar el cuerpo (para el que le guste cocinar con vino, y si acaso, echárselo a la comida). Este tipo de iniciativas se están incorporando en la organización de eventos corporativos para fomentar la interactuación con los distintos stakeholders de diversas marcas o instituciones.
Un ejemplo lo tenemos con el realizado, este 2018, por el Club de la Comunicación, que celebró celebró, junto a la mayoría de sus integrantes, su aniversario en el local la Ñ de Armiñan del Armiñan Catering, con un espectacular show cooking. En este caso, los miembros del CC aprendieron a hacer unas increíbles tapas que harían agua la boca de cualquiera. Lo fascinante de todo el asunto fue la sencillez de la elaboración de estos platos cuyos nombres asustarían hasta al más valiente estudiante de cocina. Para que os hagáis a la idea, los títulos eran algo así como ‘falso sushi’, ‘tarta de queso invertida’, ‘crêpe de calabaza y bacon’… Seguro que más de uno está babeando ya de solo leerlo.
El evento comenzó a las 20:30 y la actividad hacia las 21:30. Tras haberse saludado de maneras muy efusivas y cariñosas y haber contado sus innumerables experiencias ocurridas tras la última vez que estuvieron todos reunidos, Olga, la organizadora de la actividad, dividió a los miembros en cuatro grupos que se repartirían por toda la sala para realizar las cuatro tapas ideadas para esa noche.
Una vez estuvieron todos ya organizados, empezó la verdadera fiesta. El que no había agarrado ya el cuchillo o el rodillo, se encontraba rodeando toda la mesa, con la receta en la mano, para cerciorarse de que todos los ingredientes se encontraban en ella y que todos le resultaban familiares. Podías ver en el ambiente cómo todos se divertían tanto colocando cada ingrediente de manera milimetrada, como haciendo auge del descontrol total.

He de decir que, pese a la gran diferencia de trabajo que se dio en cada grupo, cada una de las tapas que iban realizando estaban deliciosas, si bien es cierto que la comida entra primero por los ojos. La presentación y el emplatado de unos grupos era mejor que en otros, pero todos y cada uno de ellos hizo un gran trabajo a la hora de manejar los sabores para que el resultado fuese siempre el mejor.
Si tuviese que hacer una elección personal, diría que ganó el postre sin duda, pero como las otras tres tapas eran de un estilo más indicado para el principio de un evento, creo que tendría que decantarme por las milhojas de manzana, queso brie y foie. La mezcla de los sabores ácidos de la manzana, suaves del brie y el foie y la dulzura del azúcar, hacían de la tapa un bocado muy completo, pero lo que me hipnotizó del plato fue su preparación. Una vez estaban todos los ingredientes uno encima del otro, se esparcía azúcar por encima y luego se caramelizaba con un soplete. El resultado final era increíble y yo solo oía una vocecilla en mi cabeza que decía “¡cómeme! deja la cámara y disfrútame”. Así que, por una vez, hice caso a las voces de mi cabeza.
A medida que el hambre se fue calmando y las horas del reloj iban acercándose a su límite, los miembros del club empezaron a marcharse uno por uno con el estómago lleno y contento. ¡Y cómo no lo iban a estar, si la velada fue todo un éxito!
He de remarcar, que, siendo todos los eventos del club un punto de encuentro entre comunicadores y profesionales de diversos campos, este último en particular demuestra la esencia interna del club, una gran familia que comparte su amor por la comunicación. Como ocurrió en este evento, la opción por utilizar actividades culinarias como el show cooking, que permiten la participación activa de los invitados en el evento, fomenta el engagement y la interactuación de los públicos, lo que resulta en una estrategia de comunicación exitosa por la que muchas marcas e instituciones ya apuestan en la organización de eventos.
Añadir comentario